corrector de textosLa escritura es una habilidad humana esencial y como todo lo humano tiene fallas, algunas más importantes que otras. Ya que no podemos corregir nuestra vida completa, al menos vamos a repasar los 10 errores más comunes que cometemos al escribir para ser (un poco) mejores comunicadores:

Homófonos: las palabras que suenan igual (el mal de muchos)

Es fácil confundir palabras como «vaya», «valla» y «baya», o “ay”, “hay” y “ahí” (aunque esta última no sea exactamente un homófono).

Ejemplos de uso correcto:

  1. Espero que le vaya bien en el examen de lenguaje. (Verbo)
  2. No puedo saltar esa valla, es muy alta para mí. (Sustantivo)
  3. Las bayas de ese arbusto son venenosas. (Sustantivo)
  4. ¡Ay! No soporto su mala ortografía. (Interjección)
  5. Hay correctores que te pueden ayudar con tu texto. (Verbo)
  6. Ahí, en Correctógrafo, puedes encontrar expertos para mejorar tu texto. (Adverbio de lugar y autopromoción :P)

 Consejo: Al revisar los textos, si hay dudas, acudamos al diccionario. Así de simple.

Concordancia sujeto-verbo: la base de una oración clara (esto ni con el autocorrector se arregla)

Un error común es no hacer coincidir el número del sujeto con el del verbo, como en:

  1. Son gente que merecen un poco de respeto.
  2. La mitad de los alumnos no se presentaron a clases.

La forma correcta:

  1. Es gente que merece un poco de respeto (La gente merece…)
  2. La mitad de los alumnos no se presentó a clases (La mitad no se presentó…)

 Consejo: Localiza el sujeto y verifica que el verbo concuerde en número y persona.

Uso de comas (no son adornos)

Una coma mal colocada puede alterar el mensaje. No es lo mismo escribir:

  1. No me gusta que me traten de ese modo.

Que escribir:

  1. No, me gusta que me traten de ese modo.

Consejo: Hacerse amigo de las reglas de puntuación y practicarlo puede sonar aburrido, pero también podría mejorar las relaciones interpersonales.

Ortografía (dime qué reconoce tu autocorrector y te diré cómo anda tu ortografía)

Errores como «alla» en lugar de «haya» o “es un basto campo a explorar” en lugar de “es un vasto campo a explorar” afectan la calidad de cualquier texto, pero mucho más de un texto profesional (nos hacen ver muy mal). Lo más usual es que estos errores surjan a partir de homófonos o palabras que, para algunos, se ven parecidas, pero son y se escriben diferente.

Consejo: Para no vernos mal, revisemos bien, consultemos diccionarios y consideremos la revisión por un especialista (como Correctógrafo 😊).

Voz pasiva frente a voz activa: claridad en la expresión

La voz pasiva es, en muchos casos, un préstamo de la lengua inglesa que, en castellano, aunque habitual, no se usa correctamente. Además, abusar de la voz pasiva puede restarle fuerza a tu mensaje o importancia al sujeto, como en:

  1. El informe ha sido preparado por Martínez.
  2. Las políticas públicas son definidas por varios actores.

Ejemplo de voz activa:

  1. Martínez ha preparado el informe.
  2. Varios actores definen las políticas públicas.

Consejo: Prefiere la voz activa para ser directo y claro.

Coherencia y cohesión (el anticantinfleo)

Saltar entre ideas sin transiciones claras confunde al lector, como en:

  1. El paquete se envió tarde. No llegó al ministerio.
  2. El gerente renunció. Todo el equipo se fue.

Ejemplos correctos:

  1. El paquete se envió tarde y no llegó al ministerio.
  2. El gerente renunció y, como acto de apoyo, todo el equipo se fue.

Consejo: Usa conectores y organiza tu texto con una estructura lógica, para que no suene a que lo escribió un robot.

Redundancia: menos es más (el anticantinfleo 2.0)

Repetir palabras o frases afecta la fluidez del texto, como en:

  1. Se le dio un lapso de tiempo.
  2. Los análisis establecieron la necesidad de establecer.

Consejo: Seamos concisos y eliminemos información repetitiva; hay gente que sí se da cuenta de que estamos rellenando.

Consistencia en tiempos verbales: manteniendo el flujo narrativo

Esto suele suceder en narrativa más que en textos académicos o profesionales. Ten cuidado, porque cambiar de tiempo verbal sin razón puede desconcertar al lector. Aquí tienes unos ejemplos:

  1. La empresa quebró, por las deudas que acumulará.
  2. Próximamente, nuestra organización contara con buenas prácticas laborales.

Consejo: Define el tiempo verbal principal y mantén la coherencia (incluso si la coherencia en tu narrativa es la inconsistencia verbal).

Revisión: el filtro final antes de publicar (a todos nos pasa)

Saltarse la revisión del texto puede dejar errores, sobre todo aquellos que son casi imperceptibles. Es que tener un texto libre de fallos es prácticamente imposible si solo hay una mirada sobre él. Siempre habrá algo que mejorar, pero poner tus palabras en las manos de especialistas disminuirá las posibilidades de pasar bochornos.

Consejo: Después de escribir, tomemos un tiempo, dediquémonos a otras cosas y volvamos al texto una vez que estemos descansados y hayamos tomado un litro de café.

Conociendo a tu audiencia (más vale diablo conocido…)

En ámbitos profesionales, escribir sin pensar en el lector puede dar como resultado un texto poco efectivo; es decir, hay una voz para cada tipo de lector. No sería recomendable que escribieras como un poeta o un narrador de literatura fantástica si tu público objetivo son académicos.

 Consejo: Define tu público y adapta el tono y contenido a sus necesidades.

En resumen: afinemos nuestro estilo de escritura (echémosle ganas)

La escritura es un arte en evolución. Si bien es natural cometer errores, la clave está en aprender de ellos. Con estos consejos, no solo mejoraremos la escritura, sino que también comunicaremos con mayor eficacia. Y si alguna vez sientes inseguridad por la calidad de tu texto, Correctógrafo está disponible para darte una mano y un ojo.

Los 10 errores más comunes en la escritura y cómo corregirlos